Tras cinco días de intensos debates sobre la política mundial de drogas, la Comisión de Estupefacientes de las Naciones Unidas (CND) decidió poner bajo control internacional cinco nuevas sustancias psicoactivas y un medicamento. Esto ocurrió siguiendo las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Estas sustancias incluyen el hexahidrocannabinol, también conocido como HHC llamado, un cannabinoide semisintético ampliamente utilizado en vaporizadores y comestibles.
El HHC fue la única sustancia de las seis que se incluyó en la Lista II del Convenio sobre Sustancias Psicotrópicas de 1971, lo que significa que ahora comparte la misma categoría con el cannabis y la metanfetamina.
La clasificación de HHC permite su regulación
Esta clasificación está reservada para sustancias que se consideran moderadamente adictivas y propensas al abuso, pero que aún tienen un uso médico potencial.
En la práctica, esto significa que el HHC ahora está prohibido en todos los estados miembros de la ONU, que ahora deben implementar regulaciones estrictas que rijan su distribución y producción. Los gobiernos deben ahora otorgar licencias y regular todas las actividades de HHC, incluidas la producción, el comercio, la importación y la exportación. Las instituciones de investigación y los profesionales médicos pueden utilizarlo legalmente con fines de investigación, pero los organismos encargados de hacer cumplir la ley ahora deben penalizar la posesión, producción o venta no autorizadas, con sanciones que van desde multas hasta penas de prisión.
Todos los países presentes en la reunión votaron a favor de la nueva categorización, con excepción de Estados Unidos. Esto fue notable dados los problemas actuales que enfrenta Estados Unidos con la propagación de “sustancias intoxicantes del cáñamo” y la falta de regulación federal.
En una breve declaración, los funcionarios estadounidenses dijeron que la sustancia ya estaba "bajo control en Estados Unidos" en niveles que le permiten cumplir con las obligaciones internacionales.
Esta afirmación es cuestionable, ya que el HHC no se menciona explícitamente en la Ley de Sustancias Controladas (CSA). Si bien algunos estados han prohibido el HHC y otros cannabinoides sintéticos, la legalidad federal sigue abierta a interpretación según la Ley Agrícola.
cannabinoides sintéticos
Según la última Encuesta web europea sobre drogas 2024, actualizada el 25 de febrero de 2025, los cannabinoides sintéticos ahora se ubican como la séptima droga más utilizada en la UE, junto con la ketamina, con un 14% de los 61.732 encuestados que informan haberla consumido en los últimos 12 meses.
La CND acordó prohibir el HHC siguiendo una recomendación de la OMS, que afirmó que supone un riesgo para la salud pública y no tiene ningún uso terapéutico reconocido. Aunque esto se debe en parte a la falta de investigación sobre la sustancia.
La OMS señaló que el HHC exhibe respuestas conductuales similares al delta-9-THC en animales y que en humanos se reportaron somnolencia, euforia, ansiedad, agitación, psicosis, temblor y desorientación, además de efectos respiratorios, cardiovasculares y gastrointestinales.
Su efecto sobre los receptores CB1 sugiere que puede producir una dependencia similar a la del delta-9-THC. Hay pruebas suficientes de que el hexahidrocannabinol se utiliza de una forma que supone un problema para la salud pública y la sociedad, lo que justifica su inclusión bajo control internacional.
Reacciones internacionales a la prohibición del HHC
Una excepción en la reacción global contra el HHC y otros cannabinoides sintéticos emergentes es la República Checa. Según una nueva ley, diseñada en gran medida para regular estas sustancias, el HHC está clasificado como “bajo revisión”. Esto implica estudiar la sustancia para evaluar su seguridad.
La ley, que sus promotores califican de “revolucionaria”, pretende regular una amplia gama de sustancias que no suponen un riesgo grave para la salud pública ni tienen un impacto social grave en los individuos o la sociedad. Esto va radicalmente en contra de la actitud internacional casi unánime hacia el HHC.
Modificar genéticamente
El problema radica en la forma en que se produce el HHC. Hoy en día, el HHC generalmente se produce a partir de plantas de cáñamo con bajo contenido de THC. Al convertir químicamente el CBD del cáñamo en THC y luego en HCC, se puede eludir la ley actual.
Fuente: negociosdecannabis.com